Las Reservas Marinas son áreas protegidas localizadas en el medio marino, delimitadas y con medidas de protección específicas. Estas reservas serán aquellas zonas que debido a sus características singulares, se consideren adecuadas para la regeneración de los recursos pesqueros, contribuyendo de esta manera a la preservación de la riqueza natural, la conservación de las especies marinas y la recuperación de los ecosistemas.
En España, esta figura de protección se contempla en la Ley 33/2014, de 26 de diciembre por la que se modifica la Ley 3/2001, de 26 de marzo, de Pesca Marítima del Estado. Mediante la creación de reservas se pretende controlar la explotación de los stocks, evitando el colapso de pesquerías y manteniendo los hábitats y la diversidad biológica.
La creación y delimitación de una Reserva Marina tiene consecuencias tanto en el interior de ésta como fuera de ella. Pero los efectos que produce la creación de estas áreas no es siempre el mismo, y varía en función de diversos factores como la zona biogeográfica en la que se establezcan o el tamaño de las reservas.
De forma general, se ha observado que en la mayoría de lugares en los que se crea una Reserva Marina, en el interior de ella se producen cambios positivos en los factores biológicos. Evidencia de ello es el aumento de la biomasa de todos los peces que se distribuyen dentro sus límites.
Otro factor a tener en cuenta es el tiempo de respuesta de las especies que albergan la zona, que está condicionado por el ciclo de vida de las mismas. Los animales que maduran rápidamente y que generan una elevada progenie, responden de manera más rápida a la protección, aumentando su biomasa de manera considerable y en menor tiempo que el resto. No obstante, esto puede conllevar desequilibrios en las relaciones depredador-presa.
En las áreas circundantes a las reservas marinas, se producen incrementos poblacionales, puesto que las reservas sirven como fuente de individuos. Es decir, gracias a la existencia de las reservas, las distintas especies pueden aumentar su biomasa y salir al exterior dispersándose fuera de la reserva. Lo que conlleva que se generen zonas de especial importancia para la pesca.
En definitiva las Reservas Marinas son un vínculo entre la gestión pesquera marítima y la protección de los recursos y ecosistemas.