España es el quinto país del mundo por potencia eólica instalada, detrás de China, Estados Unidos, Alemania e India. En todo el territorio español cuenta con aproximadamente 880 parques eólicos y 17.000 aerogeneradores.
El impacto de este tipo de proyectos sobre las aves y los quirópteros es especialmente importante. Con el fin de mejorar el procedimiento de evaluación de estos proyectos se ha publicado la guía “Directrices para la evaluación del impacto de los parques eólicos en aves y murciélagos” de SEO/BirdLife.
La mayor parte de la mortalidad directa de los parques eólicos está asociada a las colisiones o electrocuciones con los aerogeneradores, torretas meteorológicas y líneas eléctricas. Se sabe que sobre dicho factor influyen variables como la biología de las especies afectadas, su densidad y comportamiento, la topografía del terreno, la climatología o incluso el propio diseño de la instalación.
Por ello se hace necesario estructurar unas directrices básicas para cada una de las infraestructuras causantes de impacto que componen un parque eólico. En el medio terrestre podemos encontrar las siguientes:
Colisión de aves y murciélagos contra las palas y torres de los aerogeneradores. Se deberá proceder a la búsqueda intensiva de cadáveres o cualquier resto de aves y quirópteros que se encuentren alrededor de la estructura.
- El área de prospección será circular o cuadrada y deberá ser como mínimo un 10% mayor que el diámetro del rotor. La prospección se realizará mediantes transectos lineales o concéntricos y paralelos entre sí. La separación entre transecto y transecto se recomienda que sea como máximo de 5 metros.
- Durante los tres primeros años se revisarán todos los aerogeneradores del parque una vez cada 15 días como mínimo. A partir del cuarto año dependiendo del tamaño del parque:
– menos de 20 aerogeneradores revisión mensual
– entre 20 – 40 aerogeneradores se prospectará el 50% mensual
– mayor de 40 se seleccionará el 30% del total al mes
- Las búsquedas deberán llevarse a cabo por personas entrenadas previamente al inicio del PVA o por observadores expertos. Se recomienda no prospectar más de 10 aerogeneradores por persona y jornada debido a que el cansancio disminuye la capacidad de detección de los cadáveres.
- Es altamente recomendable conocer la mortalidad natural de la zona de estudio previamente, que debería restarse a la mortalidad final registrada.
Colisión de aves contra cables y los apoyos, y electrocuciones por contacto con componentes de la infraestructura. Se deberá proceder a la búsqueda intensiva de cadáveres o cualquier resto de aves que se encuentren alrededor de la estructura y cuya presencia quede asociada a una colisión o electrocución.
- La unidad de muestro quedará definida por los kilómetros de línea prospectada. La técnica de seguimiento empleada más recomendable es realizar el recorrido andando en zig-zag a una velocidad constante, a lo largo del trazado de la línea eléctrica. De forma aproximada se abarcarán 25 metros a cada lado de la línea eléctrica en un recorrido de ida y vuelta, prestando especial atención a los apoyos de celosía metálica.
- Durante los dos primeros años se deberá prospectar en toda su longitud la línea eléctrica al menos una vez al mes. A partir del tercer año la periodicidad podrá adaptarse y concentrarse en función de momentos de relevancia (reproducción e invernada), picos de mortalidad conocida, conocimiento de tramos especialmente peligrosos, agregaciones importantes de individuos o los lugares de uso habitual de especies sensibles como avutardas y sisones.
- Se recomienda al observador no prospectar tramos de más de 5 km por persona y jornada.
Colisión con los cables tensores y la propia estructura de la torre. El método de prospección es muy similar al descrito para las colisiones con aerogeneradores y se pueden realizar a la vez pero deberán tratarse independientemente.
El área de búsqueda quedará comprendida por la superficie ocupada por los cables tensores de la torre meteorológica o a 10 metros alrededor si carece de ellos.
Algunas de las variables básicas que deben incluirse en los registros de incidencias de los planes de vigilancia ambiental de los parques eólicos son:
– Infraestructura responsable del impacto
– UTM y sistema de proyección
– Sexo de la especie accidentada
– Edad de la especie accidentada: cría, juvenil/subadulto, indeterminado
– Estado del cadáver: reciente, parcialmente descompuesto, huesos y restos, depredado
– Descripción general de hábitat en un radio de 50 metros
– Fotografía del ejemplar
Se persigue conocer el impacto real e intentar compatibilizar la explotación de un recurso renovable con la conservación de especies y de los valores ambientales.